Empiezan las frías temperaturas y las gripes y resfríos se transforman en pan de cada día.

Aún se está a tiempo para vacunarse por lo que si no lo ha hecho puede informarse en la el sitio web del ministerio de Salud.

En invierno los niños son más propensos a las infecciones respiratorias, ya que el colegio es un caldo de contagio ideal. Evitar los catarros de invierno no es posible, así que no vale la pena obsesionarse con eso. Pero sí se pueden tomar ciertas medidas para prevenir este tipo de infecciones y, sobre todo, para disminuir sus efectos nocivos una vez que aparecen.

El hacinamiento facilita la transmisión de los microbios productores de muchas enfermedades como la gripe, laringitis, otitis, catarros, amigdalitis, neumonías y otras.

El niño debe continuar realizando su vida escolar y deportiva con normalidad, pero evitando, en la medida de lo posible, el contacto con personas con tos, fiebre o diarrea.

De acuerdo, en los días de frío intenso subir la calefacción resulta siempre una opción muy tentadora, pero sobrepasar los 22 grados reseca el aire, y también las secreciones de la nariz y las vías respiratorias, imprescindibles para limpiar de gérmenes el aire.

Además, el paso de zonas calientes a frías también facilita las infecciones.

Ya que la calefacción reseca el aire, haz algo para contrastar ese efecto. Basta con poner recipientes con agua en la habitación donde esté el niño.

Una buena hidratación es fundamental para que el sistema inmunológico funcione correctamente.

Ofrecerle zumos y frutas, ricos en vitaminas ayuda a mejorar las defensas del niño. El yogur es también una buena opción. Es un alimento muy completo y ayuda a mantener la flora intestinal, alterada por las infecciones o por el uso de antibióticos.

La tos es el principal mecanismo para limpiar las vías respiratorias de mocos y flemas, pero muchos niños no saben cómo hacerlo, y tienden a tragarlo. Recuérdale que tosa y se suene constantemente.

Si hace mucho frío o aire, ponle gorro (por la cabeza se pierde mucho calor), bufanda, guantes y ropa de abrigo en capas, para aumentarlas o disminuirlas según la temperatura, al pasar de espacio abierto a cerrado o viceversa.

Aunque haga frío déjalo tener actividad al aire libre. Si tiene energía para hacer deporte, este ejercicio puede ser beneficioso para su salud.

Si tiene más de 38 grados de fiebre, respiración ruidosa o dificultosa o si te preocupen los síntomas, acude a urgencias sin demora.

El lavado de nariz con suero salino es muy eficaz para combatir el síntoma de la congestión.